EL COMPORTAMIENTO

La Psicología social es el estudio científico de como los pensamientos, sentimientos y comportamientos de las personas, son influenciados por la presencia real o imaginaria de otras personas.

Según esta definición podemos decir que el comportamiento es dependiente de la situación, pero antes de ponernos a reflexionar sobre si el comportamiento está influenciado por el entorno y las circunstancias que nos rodean deberíamos definir el concepto de socialización.

Según las Doctoras en Psicología Monserrat Conde Pastor y María del Prado Rivero (2007) de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) la socialización es el proceso por el cual, el ser humano aprende e interioriza, en el trascurso de la vida, los elementos socioculturales de su medio ambiente, los integra a la estructura de su personalidad, bajo la influencia de expresiones y de agentes sociales significativos y se adapta así al entorno social en cuyo seno debe vivir.

De esta definición podemos extraer dos conceptos clave:

• El primero, la personalidad, la cual se va desarrollando condicionada por la cultura. Celio del Peso García (2007) nos habla de la influencia de los padres y del sistema educativo (la escuela) a lo largo de distintas etapas del ser humano, y de cómo se va moldeando al niño, que todavía no está consolidado, de acuerdo con las normas y valores vigentes en el comportamiento de nuestra sociedad.

• El segundo, el contexto social, desde el mismo momento en que nacemos y dependiendo del lugar geográfico en el que tenga lugar este echo, ya estamos condicionados a una determinada cultura, a sus normas y valores, lo que nos hace pensar, sentir y comportarnos de acuerdo a los roles y principios establecidos en esa sociedad.
Para Homans (1982) el comportamiento social es cuando la actividad de una persona es recompensada o castigada directa o indirectamente por otra o más personas.

Con todo esto es imposible no pensar que el comportamiento humano está influenciado por la sociedad; claro está que no es sólo un producto de la personalidad, sino que es el resultado permanente que se pasa de una generación a otra y hace que la sociedad sobreviva y se siga transmitiendo.

Todo esto influye en la persona (sobre todo cuando somos niños), se moldean nuestras percepciones, opiniones y comportamientos, porque aprendemos los criterios y valores de la conducta que hay en una determinada sociedad y vamos a actuar, casi siempre, conforme a ella. Dependemos de la sociedad para sentir estabilidad y seguridad (resulta más fácil la supervivencia en grupo), para sentirnos integrados, pues después de todo, el hombre es un ser social por naturaleza y para sentirse parte de una sociedad su comportamiento debe estar regido por los criterios y normas de la sociedad de la cual es integrante.

Por otro lado, las personas con unas determinadas creencias se vuelven muy intolerantes con aquellas personas con creencias diferentes a las suyas propias, pensando que su verdad es la correcta, lo que hace que se aforren más a su cultura y hagan que su comportamiento esté más condicionado por sus criterios sociales.

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