La pregunta es un poco compleja, puesto que aquí se mezclan muchas impresiones. Ante todo, somos personas, y como tal, se debe un respeto. Como docentes, somos los formadores, educadores, guías... del futuro, puesto que las nuevas generaciones van pasando por nuestras manos y deberíamos ser un referente, un ejemplo a seguir por los alumnos, por lo tanto el respeto que se nos debe tendría que ser mayor. Como futuros orientadores o psicopedagogos, ¿qué deberíamos hacer ante un problema de esta índole? cada vez más en las noticias, por desgracia, de actualidad. Creo que ante todo, la profesora debería deneunciar la situación, aunque esto no solucione el problema.
Por otro lado y viendo la "carrera escolar y social" que lleva ese muchacho, lo más fácil sería tirar la toalla con él, expulsarlo y lo que pasa normalmente, nada. Con la excepción de que nada significa dejar a ese chico ante un futuro inmediato de fracaso escolar, y por consiguiente "carne de cañón" para nuestra sociedad actual. Como futura orientadora, creo que una de las acciones a tener en cuenta sería una reunión con los padres, para ver el contexto social en el que se desenvuelve, como es el día a día del muchacho. Pienso que la ley aquí va a solucionar bien poco, o lo va a hacer demasiado tarde, por lo que sería positivo ejercer algún tipo de castigo de acción social en su centro escolar. Con esto quiero decir, que tanto los padres como el alumno se comprometan y cumplan con la terea que se le imponga como sanción, relacionada con la vida escolar o con la sociedad.
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